¿De qué consisten las rocas?

Un artículo para aficionados sobre la naturaleza de las rocas, el fundamento de todo lo que conocemos.

Autora: Kathelijne Bonne.

¿Qué es una roca? Las rocas tienen muchísimo más que contar de lo que uno se puede imaginar. Acerquémonos. ¿Qué vemos cuando miramos una muestra de mano de un pedazo de roca? 

Al principio, no mucho. Parece bastante poco interesante, pesado y de color y forma indefinida. Digámos, aburrida. De color, llamémoslo grisáceo, por ahora. Mirando un poco más podemos notar algo de textura. El espécimen puede mostrar pequeños granos o manchas. O podemos ver rayas o algún tipo de ondas. En un espécimen pulido vemos mucho más. A veces, se pueden ver pequeños esqueletos blancos de criaturas desaparecidas, petrificadas para siempre en la piedra. 

¿Dijimos gris? Muchas rocas son grises, pero también pueden estar moteadas con colores negros, blancos, rosados, dorados, plateados, verdosos, burdeos, marrones y azules. Eso ya suena mejor.

Así que ahora entendemos que las rocas y las piedras consisten en componentes más pequeños, en diferentes colores. Estos componentes están distribuidos en la roca de una cierta manera, visible como ondas, líneas, puntos, rayas, etc.

¡Echa un vistazo a las rocas de abajo! Piensa en lo que ves y en cómo las describirías, luego desliza hacia abajo para ver cómo se llaman. 

Volviendo a la pregunta inicial, 

¿Qué son las rocas? 

Son el material sólido bajo nuestros pies, de toda la Tierra, y también de muchos otros planetas y objetos rocosos. 

Las rocas están hechas de una mezcla de minerales. 

Los minerales, cuando están bien desarrollados, tienen formas geométricas de cristal. Son los bloques de construcción de todas las rocas. Hay más de 5.000 minerales diferentes en el mundo y más allá, pero la mayoría de las rocas consisten sólo en unos pocos de ellos, en cantidades variables. 

La sal es un buen ejemplo de un mineral que manejamos todos los días. Su formula química es NaCl, o sea consiste de atomos de sodio (Na) y cloro (Cl). Originalmente se precipitó al fondo de lagos y mares que se secaron. Los minerales mejor conocidos son, por ejemplo, la amatista (una forma del cuarzo de color morado), el diamante, el yeso (rosa del desierto), el corindón (rubí y zafiro), la lazurita de la cual ya hablamos en el artículo sobre lapislázuli. Asociamos estos minerales con gemas, pero esas son bastante raros en la naturaleza. 

Algunos de los minerales más comunes no forman parte de nuestro vocabulario diario, como el feldespato, el piroxeno, el anfíbol, el olivino o la calcita. Esos y el cuarzo forman la mayor parte de la Tierra. Y probablemente estén presentes en partes de su casa, en las encimeras de la cocina, las salientes de las ventanas, los baños, las entradas, las terrazas, etc. 

Ahora te has dado cuenta de que, con todos estos minerales, hay una increíble diversidad de tipos de rocas. Las areniscas, con sus característicos colores cálidos son dunas fosilizadas, playas o lechos de ríos. Consisten principalmente en pequeños granos de cuarzo, que se pueden ver a simple vista. La piedra caliza está compuesta por esqueletos de criaturas del pasado. El basalto es la lava solidificada de los volcanes. Consiste en minerales oscuros, mucho hierro y magnesio, y se sabe que forman suelos muy fértiles. 

El granito, con grandes cristales, es muy común en muchas partes del mundo. Son cámaras de magma solidificadas, que nunca entraron en erupción de los volcanes. 

Las rocas en las fotos:

• Izquierda: migmatita, una roca con cristales blancos y oscuros que se deformó en las profundidades de la Tierra, y se volvió casi líquida, bajo una presión y un calor muy altos. Los cristales blancos se concentraron formando las bandas blancas y onduladas.
• Medio: roca caliza con fósiles de conchas (braquiópodos). La roca se llama caliza porque la mayoría de las partes duras de los organismos están hechas de cal (carbonato de calcio).
• Derecha: piedra arenisca. Dunas fósiles petrificadas. Las capas de diferentes colores muestran diferentes composiciones de la arena que el viento sopló por el desierto.
  

Artículo escrito por Kathelijne Bonne, geóloga y científica del suelo.

Últimos artículos: