El oro negro de Ucrania y los suelos más fértiles del mundo

09.03.2022

A los rusos les sobran razones para invadir Ucrania. Este país es el granero de Europa y eso se debe a sus fértiles suelos conocidos como Chernozems. Esta buena tierra negra se encuentra entre las más productivas del mundo. Además, Rusia tiene una larga tradición en la ciencia del suelo; han producido expertos que han hecho importantes contribuciones en ese campo. No cabe duda de que están muy bien informados sobre los recursos de las regiones circundantes. En esta entrega, explicaremos qué es un chernozem y dónde se encuentran los suelos más fértiles del mundo.

Autora: Kathelijne Bonne. Edición española: Silvia Zuleta Romano.

Los suelos negros de Ucrania

Allí donde acaba la Unión Europea, empieza un territorio especialmente interesante. En especial, por su tierra. Chernozem es el nombre del tipo de suelo que hay en Ucrania, según la Base Mundial de Referencia de Recursos del Suelo (WRB), el sistema de clasificación de suelos de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). Los chernozems se caracterizan por una gruesa capa superior negra (de al menos 25 cm de espesor), el "horizonte chérnico", que consiste en material vegetal descompuesto, y es por tanto muy rico en humus y carbono. ¡En los suelos de Ucrania, el grosor del horizonte chérnico puede alcanzar varios metros!

Tierra negra de un Chernozem en Rusia.
Tierra negra de un Chernozem en Rusia.
Perfíl de suelo de un Chernozem en Ucrania.
Perfíl de suelo de un Chernozem en Ucrania.

La importancia del humus y los nutrientes

El humus consiste en ácidos orgánicos, moléculas complejas formadas por la descomposición de partes de plantas muertas y digeridas por los organismos del suelo. Gracias a su estructura química, el humus no sólo retiene el agua, sino también los nutrientes, como el calcio, el magnesio, el potasio, el amoníaco, el fósforo, el azufre, el hierro, el manganeso, el zinc, el cobre, etc. En cambio, en los suelos pobres en humus, el agua de lluvia o de riego y los nutrientes disueltos simplemente se hunden en acuíferos más profundos, fuera del alcance de las raíces de las plantas. Gracias a esta característica, los suelos ricos en humus pueden superar una estación seca sin problemas.

Además del contenido de humus, el Chernozem también tiene una muy buena estructura, es decir, las plantas no tienen problemas para enraizar el suelo y hay suficiente oxígeno para que los organismos del suelo puedan respirar. La biodiversidad en los Chernozems es muy alta y la actividad de los bichitos (la 'bioturbación') aumenta y mantiene, a su vez, la estructura del suelo. El Chernozem también es rico en calcio, lo que significa que no se acidifica fácilmente. Todas estas propiedades hacen que un Chernozem no necesite fertilizantes adicionales o mejoradores de suelo y produzca buenos rendimientos, siempre que se gestione de forma sostenible.

El padre ruso de la ciencia del suelo

V. V. Dukochaev, el padre de la ciencia del suelo.
V. V. Dukochaev, el padre de la ciencia del suelo.

El nombre Chernozem (de chorniy, negro, y zemlya, tierra, en ruso) fue acuñado en 1883 por el geógrafo ruso Vasily V. Dokuchaev, uno de los fundadores del campo de investigación de la ciencia del suelo. Este señor se dio cuenta de que la productividad agrícola estaba determinada en gran medida por el tipo de suelo, y que éste estaba influenciado por la geología, el relieve, el clima, los microorganismos y el tiempo que tarda en formarse un suelo. El nombre de Chernozem entonces se utilizó en el sistema de clasificación ruso para luego ser adoptado por la WRB de la FAO, cuando esta misma elaboró su sistema internacional de aplicación mundial (*), en las décadas de 1980 y 1990. Varios nombres rusos están ya plenamente consolidados en los círculos internacionales de los científicos de suelo.

Los estadounidenses no han adoptado la nomenclatura rusa y han desarrollado su propio método de clasificación, la Soil Taxonomy del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA). Este sistema también es aplicable en todo el mundo y se desarrolló tras la catástrofe del Dust Bowl en la década de 1930. En la Soil Taxonomy, los chernozems tienen otro nombre: pertenecen a la categoría de los Molisoles (que también incluye otros tipos de suelos parecidos). El nombre Molisol se deriva de mollis, suave, y sol, suelo en latino.

- (*) Muchos países tienen su propio sistema local de clasificación de suelos. Esto es útil para la producción local de alimentos. Para los agricultores de Islandia, por ejemplo, no es muy relevante saber solucionar problemas de cultivo en los trópicos. Las clasificaciones aplicables a nivel mundial son especialmente útiles para el intercambio de conocimientos, la elaboración de políticas y para garantizar la seguridad alimentaria en un mundo globalizado. La WRB y la Soil Taxonomy se actualizan continuamente a base de nuevas investigaciones y nuevas necesidades. También hay que tener en cuenta que tanto los molisoles como los chernozems pueden dividirse en muchas subclases, son todo menos homogéneos. -

Estepas, praderas y pampas

Lo relevante es que una cuarta parte de los chernozems del mundo se encuentra en Ucrania, y el propio país está formado por un 68% de este tipo de suelo. Los chernozems se extienden por dos grandes cinturones de tierra negra en el mundo, en las estepas de Eurasia, desde Ucrania hasta Rusia, y en las grandes praderas del Medio Oeste de Norteamérica. Son típicas en los cinturones climáticos continentales con inviernos fríos, primaveras lluviosas y veranos cálidos. Suelos similares, con propiedades ligeramente diferentes (Molisoles), también los podemos encontrar en las pampas argentinas.

Distribución de Chernozems (FAO).
Distribución de Chernozems (FAO).
Distribución de Molisoles (USDA).
Distribución de Molisoles (USDA).

Potencial agrícola y climático de Ucrania

Hasta la fecha, Ucrania es uno de los tres mayores exportadores de grano y líder mundial en maís, aceite de soja y girasol. La bandera azul-amarilla del país hace referencia a los campos de trigo de color dorado bajo un espléndido cielo azul. Además de la UE y los países vecinos, los países de la Península Arábiga son un mercado importante, ya que estos carecen un clima favorable. Un aspecto interesante es que Ucrania también comenzó a establecerse como un país importante para la exportación de cultivos ecológicos a la UE. La ONU también identificó el potencial de Ucrania en agricultura regenerativa, una forma de agricultura sostenible que no daña el medio ambiente y aumenta la biodiversidad. También estudiaron el potencial para capturar el carbono de la atmósfera y secuestrarlo en los suelos.

Degradación del suelo en Ucrania

Pero esta enorme riqueza del suelo es demasiado buena para ser verdad. Los ucranianos son personas normales y corrientes que, al igual que nosotros y nuestros congéneres en otras partes del mundo, causan un gran daño al medio ambiente. En teoría, los chernozems y molisoles pueden alimentar al mundo, pero en la práctica se cultivan de forma depredadora y están sometidos a la erosión del suelo por prácticas insostenibles, causadas por el arado, los monocultivos, el riego, la fertilización artificial, el barbecho, etc. Se calcula (en este informe de la FAO) que Ucrania pierde 500 millones de toneladas de suelo al año por la erosión, lo que equivale a una pérdida de 5.000 millones de dólares al año en nutrientes. Dicho de otra manera, por cada tonelada de grano producida se pierden 10 toneladas de suelo. El mismo informe de la FAO ofrece y discute soluciones y métodos para la Agricultura de Conservación y la Agricultura Climáticamente Inteligente, que ya se han aplicado con éxito en Kazajstán y en otros lugares.

Lo que el viento se llevó: los suelos arrasados de América

A pesar de su buena reputación, incluso los mejores suelos del mundo, los Chernozems y Molisoles, se pueden perder completamente. Hoy, pocos conocen la catástrofe del Dust Bowl, que afectó a los Molisoles en las grandes praderas de los Estados Unidos y Canadá. La deforestación y una prolongada sequía en el granero americano provocaron la trágica erosión del suelo. El viento se llevó la capa superior de la superficie terrestre, que se había reducido a polvo por la sequía, y las nubes de polvo oscurecieron el cielo de América hasta miles de kilómetros de distancia. Cientos de miles agricultores dejaron sus campos y huyeron a California y Oregón para empezar una nueva vida. El libro de John Steinbeck Las uvas de la ira, galardonado con el premio Pulitzer, trata de este acontecimiento, y se han hecho muchas películas sobre él.

Nubes de polvo del Dust Bowl, Texas, 1935.
Nubes de polvo del Dust Bowl, Texas, 1935.
Libro "Las uvas de la ira".
Libro "Las uvas de la ira".

El nuevo oro negro

El mundo está en un punto de inflexión, y la guerra en Ucrania mostrará si el mundo entero será arrastrado al caos o no. La cuestión del suelo y la crisis planetaria se sumarán a ello. Porque pueden volver a producirse fenómenos como el Dust Bowl, y sería una pena que volviera a sucederle a los mejores suelos del mundo. Por lo tanto, debemos recordar cuál es la base de una sociedad estable y próspera, y ésta es la alimentación sana, el agua potable y limpia, el aire limpio y las materias primas renovables y sostenibles a las que todo el mundo tenga acceso. Si esto se lleva a cabo, la transición energética puede llevarse a cabo en un modo pacífico. Por lo tanto, la gestión sostenible de los bosques, los océanos y los suelos debería ser una de las prioridades de la agenda política.

Parece que el petróleo ya no es el oro negro, el apogeo del "Big Oil" ha terminado, por mucho que haya elevado el nivel de vida hasta sus niveles actuales (al menos en los países ricos). Las tierras negras, como los Chernozems de Ucrania y Eurasia, y los Molisoles de América son el oro negro del futuro (y de hecho siempre lo han sido, sólo que los suelos nunca reciben la atención que merecen y estamos tan alejados de la naturaleza que ya no somos conscientes de a qué debemos nuestra prosperidad). El petróleo y el oro no se pueden comer. El dinero tampoco, como señalaron los nativos americanos hace mucho tiempo. Por lo tanto, es de suma importancia que los suelos, aunque no sean Chernozems, se gestionan de forma sostenible, en cualquier parte del mundo.

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Nota de la autora: En este artículo, hablamos de suelos "fértiles" y "productivos". Estas palabras se refieren en este artículo a la producción de alimentos para el consumo humano, por lo que adoptamos una visión antropocéntrica. Pero también los suelos que no dan grandes cosechas o no se consideran productivos prestan importantes servicios ecosistémicos de los que depende la civilización.

Leer también: 

Imágenes:

Título, campo de trigo: https://en.wikipedia.org/wiki/Economy_of_Ukraine#/media/File:Flag_colors.jpg

Tierra negra de Rusia: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/f/f2/Black_Earth_-_Prokhorovka_-_Russia.JPG?uselang=fr

Chernozem perfil en Ucraina: https://fr.wikipedia.org/wiki/Tchernoziom#/media/Fichier:%D0%A7%D0%BE%D1%80%D0%BD%D0%BE%D0%B7%D0%B5%D0%BC.JPG

Otros: dominio público.

Fuentes:

FAO, 2014, Ukraine: Soil fertility to strengthen climate resilience: Preliminary assessment of the potential benefits of conservation agriculture https://www.fao.org/3/i3905e/i3905e.pdf

Atlantic Council, 2021, Ukraine can feed the world: https://www.atlanticcouncil.org/blogs/ukrainealert/ukraine-can-feed-the-world/

IUSS Working Group WRB. 2015. World Reference Base for Soil Resources 2014, update 2015 International soil classification system for naming soils and creating legends for soil maps. World Soil Resources Reports No. 106. FAO, Rome.

United States Department of Agriculture, 1999, Natural Resources Conservation Service, Soil Taxonomy, a basic system of soil classification for making and interpreting soil surveys, by Soil Survey Staff, Agriculture Handbook 436.

World Bank, 2014, Soil Fertility to Increase Climate Resilience in Ukraine, https://www.worldbank.org/en/news/feature/2014/12/05/ukraine-soil

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