La sequía, Doñana y la Reina de las Marismas
La reserva de la biosfera Doñana está afectada por la sequía, olas de calor y los desastres medioambientales. Cuando se produjeron catástrofes naturales en siglos pasados, la gente de Andalucía recurrió a la Virgen del Rocío, una tradición que sigue muy viva hoy en día. Esta santa es la versión cristianizada de una olvidada Reina de las Marismas, de raíces fenicias. Mientras la crisis climática amenaza a la humanidad, esta veneración puede no ser tan obsoleta como parece. Veamos un trozo de la mitología española desde un punto de vista naturalista.
Autora: Kathelijne Bonne. Edición española: Silvia Zuleta Romano.
Conocí a la Reina de las Marismas cuando leí el libro "Groeten uit Spanje" ("Saludos desde España") del periodista belga Sven Tuytens, que tiene familia y conexiones en la región de Doñana. La Reina de las Marismas me persiguió después de haber terminado de leer el libro. Sobre todo, porque últimamente las marismas y humedales reciben mucha atención a la luz del cambio climático. En concreto, pueden desempeñar un papel crucial en la lucha contra el cambio climático y la desertificación, un problema importante en España.
¿Podría ser una coincidencia que en el sur de España el rocío y las marismas estén vivos en las tradiciones y leyendas, y, al mismo tiempo, íntimamente involucrados en una de las mayores peregrinaciones del mundo? ¿O es que necesitamos un renacimiento del antiguo culto a la naturaleza en estos tiempos de crisis?
Los suelos de las marismas
Los suelos bajo los pantanos se llaman Gleysoles y se encuentran en todo el mundo en regiones anegadas. El pesado barro negro está lleno de materia orgánica y, por tanto, es muy rico en carbono. Como el suelo está saturado de agua (al menos durante una parte del año), hay poco oxígeno. Cuando se excava más profundamente, a veces aparece un color azul-grisáceo. Esto se debe a la acción de las bacterias anaerobias, que consumen óxido de hierro, borrando el color marrón rojizo que suele tener la mayoría de los suelos en la tierra.
Los suelos de las marismas también tienden a emitir un olor desagradable, causado por otro tipo de bacterias que utilizan el azufre para su metabolismo, liberando el gas sulfuro de hidrógeno.
El dióxido de carbono
Todos los ecosistemas captan el dióxido de carbono de la atmósfera y lo almacenan en su biomasa. Pero los humedales y las marismas lo hacen con más eficacia que los demás ecosistemas. En un entorno con poco oxígeno, hay mucha menos oxidación (putrefacción), por lo que no se produce dióxido de carbono. En general, se calcula que los humedales retienen el 35% de todo el carbono de la tierra, mientras que sólo ocupan el 9% de la superficie terrestre.
Drenar o destruir los humedales provocará la liberación de dióxido de carbono. Por lo tanto, la sequía es una amenaza no sólo para el propio ecosistema, sino también en la lucha contra el cambio climático.
Senderos antiguos
El Parque Nacional de Doñana se encuentra en el triángulo entre las hermosas ciudades de Huelva, Sevilla y Cádiz, y es bordeado por el Océano Atlántico. Casualidad o no, las marismas de Doñana son el telón de fondo de la Romería del Rocío, en la que participan alrededor de un millón de peregrinos. Parten de Sanlúcar de Barrameda y marchan por Doñana a través de antiguos senderos. Carros de parada, carretas cubiertas, tractores, gente a pie y a caballo y, por supuesto, la propia Virgen del Rocío, que es portada y sólo puede ser tocada por una hermandad, recorren los arrozales y la naturaleza.
El destino final es la ermita del Rocío, en la aldea del mismo nombre. A su llegada, el día de Pentecostés, estalla una megafiesta. Esta veneración es sólo la última fase, la capa más reciente, del culto milenario a una figura similar a la Madre Tierra como es la Reina de las Marismas.
Aves migratorias
Doñana es única en Europa gracias a la gran diversidad de paisajes que se entrelazan, debido a las mareas, las fluctuaciones de salinidad, la acción de los ríos y las olas, la sequía, la lluvia, el sol y el viento. Se alternan playas, dunas errantes, marismas, lagunas y bosques de enebro, alcornoque y pino. Doñana también alberga especies emblemáticas en peligro de extinción como el águila imperial y el lince ibérico.
Hasta hace poco, las marismas eran el hogar temporal de aves migratorias procedentes de Europa y África, como la aguja colinegra, la espátula y el flamenco. Ahora sus números están disminuyendo debido a la sequía y falta de comida. En invierno y primavera, las marismas se inundan y se adornan con juncos, flores y hierbas. En verano, se transforman en llanuras secas de arcilla agrietada y costras de sal. En algunos lugares, el agua dulce brota de las capas profundas y forma pozos donde los animales se reúnen para saciar su sed.
Secretos entre la tierra y el mar
Las dunas se transforman todo el rato y también el litoral cambia continuamente. Justo por debajo del nivel del mar hay vastas praderas de plantas marinas (zostera), otro ecosistema de enorme importancia por su capacidad de almacenar carbono. Desde el punto de vista geológico, en Doñana vemos una alternancia de arena y arcilla. La arena se aporta desde las playas y las dunas. La arcilla se deposita en el fondo de las marismas y en las aguas estancadas.
En algún lugar, entre esas capas alternas de arena y arcilla, se supone que se encuentran los cimientos de la antigua ciudad-estado de Tartessos, centro comercial de un pueblo ibérico de la Edad del Bronce (hace más de 3.000 años). Tartessos es también candidata a la nunca encontrada Atlántida.
Y entre las marismas y sus legendarios tesoros y secretos, fluye majestuoso el río Guadalquivir.
Un apretado mosaico
¿Majestuoso? Ya no tanto. Por desgracia, el Guadalquivir ahora está lejos de eso. Espantoso es una mejor descripción, sobre todo cuando se refiere a la contaminación y la sobreexplotación. El agua que normalmente da vida a Doñana procede de este río y de acuíferos profundos (capas subterráneas de roca que almacenen el agua). Ahora el agua se desvía a las partes cultivadas de la ribera del Guadalquivir. Allí, la naturaleza da paso a un apretado mosaico de arrozales e industrias diversas.
El arroz crece muy bien en los 'Gleysoles' de las marismas del Guadalquivir y es uno de los motores económicos de Andalucía. Las lucrativas explotaciones de fresas, enteramente cubiertas por láminas de plástico, requieren enormes cantidades de agua durante todo el año. Las piscifactorías, algunas supuestamente sostenibles, copan el paisaje antropogénico.
El turismo y el ocio también dejan su huella. Al fin y al cabo, los campos de golf tienen que estar inmaculados, lo que permite a los empresarios cerrar negocios mientras golpean la pelota, ajenos a la incómoda verdad.
No es de extrañar, por tanto, que Doñana sufra la sequía y pierda su imagen de hotspot de la biodiversidad. Desde el año 2000, el 80% de los humedales y el 90% de las lagunas están secos.
El oro rojo
Greenpeace y WWF denuncian el robo de agua y la sobreexplotación como las mayores amenazas para el funcionamiento del ecosistema. España ha sido llevada al Tribunal de Justicia de la Unión Europea en 2019 por su falta de protección de Doñana y su indiferencia a la hora de hacer cumplir las leyes europeas sobre los espacios Natura 2000.
Al consumo "normal" de agua para la producción de arroz, se suma el robo de agua a través de pozos ilegales, especialmente para frutos rojos como la fresa: el oro rojo. Además, la región de Andalucía ha legalizado los pozos a principios de 2022, para seguir vendiendo frutos rojos durante todo el año a otros países de la UE y más allá.
Los ecologistas también plantean los siguientes problemas: planes de almacenamiento de gas y gasoductos, vertidos ilegales de residuos peligrosos, escorrentía de fertilizantes (como el nitrógeno) (*), floración de algas y asfixia de la vida acuática (**), filtración de pesticidas y antibióticos, operaciones de dragado invasivas en el río, aumento del riesgo de incendios debido a la mala gestión forestal y a la sequía y el calor, introducción de especies invasoras y contaminación atmosférica, lumínica y acústica.
El desastre de Aznalcóllar
Doñana también sufrió el mayor desastre medioambiental de España, hace casi 25 años. En 1998, la presa de la mina de Los Frailes se rompió, cerca de la localidad de Aznalcóllar, liberando a la naturaleza residuos mineros venenosos llenos de metales pesados (arsénico, níquel, zinc, cadmio, mercurio, plomo, uranio, etc.). La limpieza duró tres años y tuvo una factura de cientos de millones de euros. Miles de plantas y animales flotaron muertos en el agua.
A veces se sigue hablando de reabrir la mina, porque eso sería bueno para la economía.
También la sequía provocada por el cambio climático es una amenaza para Doñana. Si no se toman medidas, la desertización podría ser irreversible. Las aves, que vienen a buscar larvas dependientes del agua, se están alejando. El silencio pesa más cada año. Cada vez hay menos gorjeos, cantos, arrullos, graznidos y parloteos alegres.
En abril de 2022 se escribió una carta, un grito de ayuda, por parte de 30 ONGs y dirigida al Parlamento Europeo, para que se haga algo con respecto al declive de Doñana. Lee la carta a través de la web de Wetlands International.
Y la Reina de las Marismas, ¿qué debe estar pensando? Posiblemente esté muy triste.
Tartessos y los fenicios
La Reina de las Marismas se remonta a los fenicios, según descubro en el libro Aventuras ibéricas del hispanista Ian Gibson. Los fenicios llegaron al sur de España y encontraron la rica ciudad-estado de Tartessos en la desembocadura del Guadalquivir (las ruinas aún no han sido encontradas). Comerciaron con los íberos y establecieron nuevos puestos comerciales como Gades, actual Cádiz, hace unos 3.000 años. La riqueza de la zona se debía a los minerales metálicos que allí se extraían (y que siguen siendo productivos y provocan ocasionales desastres mineros). La geografía era entonces un poco diferente. Donde ahora están los arrozales, había una gran bahía de mar, el Lago Ligustinus, pero el mar se ha retirado.
¿Astarté, Ishtar o Hathor?
Los fenicios adoraban a Astarté, la diosa de la luna y de la fertilidad. También representaba el poder regenerador de la naturaleza. En Mesopotamia se la llamaba Ishtar y en Egipto Hathor, todas ellas figuras maternas. A los pies de la estatua de la Virgen del Rocío, que hoy se venera con exuberancia en la España católica, hay una luna, probablemente un vestigio de la veneración de Astarté. La Virgen se llama a veces paloma blanca, también símbolo de la diosa fenicia.
Las referencias a una Reina de las Marismas, heredadas de figuras femeninas míticas aún más antiguas, sugieren que los habitantes del sur de España de antaño reconocían la importancia de los humedales, las marismas y el agua. Esto tampoco es sorprendente, y menos aún en un país cálido y árido como España. Al fin y al cabo, la Madre Tierra, sea cual sea su nombre local, debe asegurarse de que los cultivos crezcan, la principal preocupación en cualquier civilización.
¿Un resurgimiento de la reina de las marismas?
Los científicos del clima a veces entran en pánico ante el estado actual del planeta, sobre todo porque apenas se les cree. En estos tiempos de información instantánea y conocimiento a golpe de ratón, quizá nos guste volver a nuestras intuiciones ancestrales, invocando la ayuda de antiguos sabios, patronos y dioses y diosas. Es bonito pensar que la Reina de las Marismas calmaba las preocupaciones de los pueblos de la antigüedad, igual que los humedales de hoy pueden frenar el cambio climático por su efecto amortiguador. Ojalá tuviéramos tanto respeto por los ecosistemas como nuestros antepasados que veneraban la naturaleza.
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Leer más:
- El Dust Bowl viene a España: desertificación y erosión del suelo.
- El ciclo del nitrógeno y la producción descontrolada de fertilizantes.
- El oro negro de Ucrania y los suelos más fértiles del mundo.
- La salinización del suelo: un riesgo para la seguridad alimentaria.
- Los límites planetarios: ¿un lugar seguro para los humanos?
Artículo escrito por Kathelijne Bonne, geóloga y científica del suelo. También escribo en Good Climate News.
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(*) La escorrentía de fertilizantes es el fenómeno en el que los fertilizantes de la agricultura se escapan a las vías fluviales, los lagos, los océanos y las aguas subterráneas.
(**) Una floración de algas es una rápida multiplicación de algas en el agua, debido al exceso de fertilizantes. Las algas consumen el oxígeno y bloquean la luz del sol, provocando la muerte de otros organismos acuáticos.
Fuentes:
Sven Tuytens, Groeten uit Spanje, 2021, EPO Uitgeverij, 280 p.
Ian Gibson, Aventuras ibéricas, 2017, Ediciones B, 416 p.
Javier Martín-Arroyo, 2021, La sequía y los pozos dejan sin agua a Doñana, El País,https://elpais.com/clima-y-medio-ambiente/2021-11-03/la-sequia-y-los-pozos-ilegales-dejan-sin-agua-a-donana.html
Mar Infantes Barroso, 2016, Astarté la "diosa de Andalucia" Bonares Digital website. https://www.bonaresdigital.es/astarte-la-diosa-andalucia/
El fenómeno antropológico de la Romería del Rocío, 2016, Tipico de Andalucia website, https://tipicodeandalucia.com/rocio-romeria/
Ministerio para la Transición y el Reto Demográfico, Dõnana Ecosistemas. https://www.miteco.gob.es/es/red-parques-nacionales/nuestros-parques/donana/valores-naturales/ecosistemas.aspx
Carmona, J.; Flores, P. y cols. (2020). Doñana y el estuario del río Guadalquivir. Análisis de WWF España sobre sus problemas ambientales. WWF España. https://wwfes.awsassets.panda.org/downloads/analisisimpactosdonana.pdf?55100/Analisis-de-los-problemas-ambientales-de-Donana-y-el-Estuario-del-Gudalquivir
30 NGOs urge European Parliament to protect Doñana National Park wetlands, 2022, Wetlands International, https://europe.wetlands.org/news/30-ngos-urge-european-parliament-to-protect-donana-national-park-wetlands/
Palabras clave: sequía en España, doñana, romería del rocío, virgen del rocío, reina de las marismas, sven tuytens, tartessos, fenicios, Ian Gibson, astarté, hathor, ishtar, cambio climático, sequía, desertificación, guadalquivir, medio ambiente, Aznalcóllar