Lapislázuli: la huella del tesoro azul.
Cómo el lapislázuli era comercializado desde las minas más antiguas del mundo en Afganistán, para terminar en Mesopotamia y Egipto, ha sido contado ya muchas veces. ¿Pero qué pasó antes de eso? Descubre la geología del lapislázuli y cómo se formó en medio de continentes en colisión.
Autora: Kathelijne Bonne / Edición española: Silvia Zuleta Romano.
Recientemente vi un documental. Uno de los muchos que se hicieron sobre Tutankamón. En realidad, no seguí la historia, pero miré las escenas egipcias en piloto automático. Los arqueólogos con sus sombreros estilo Indiana Jones, los estudiantes, los jeeps, la arena, los martillos, los pinceles, y las pirámides difuminadas misteriosamente en el horizonte.
Y vi la máscara funeraria dorada. Porque ahora resulta que la máscara puede no haber sido hecha específicamente para el joven faraón. Tal vez era para una reina. Nunca noté los lóbulos perforados de las orejas. Pero esa es otra historia. La idea que tenemos del joven faraón permanece inextricablemente ligada a la máscara. La obra de arte es tan bella que se puede seguir mirando el rostro dorado sobre el que se refleja la luz. Es hermoso todo ese oro, pero... luego despierto de mi trance y pregunto,
¿De dónde viene el azul? ¿En qué consiste el material alrededor de los ojos, las cejas y las rayas del tocado llamado nemes, que sólo estaba reservado para los faraones? Con ese ánimo, me fui a buscar a Google y descubrí que era lapislázuli. Y entonces tuve que seguir el rastro de esta materia azul, lo cual me llevó a las históricas rutas comerciales y, de allí, a las minas más antiguas del mundo. Pero ¿cómo llegó el lapislázuli allí? ¿Qué fuerzas llevaron a la creación de una roca de un azul tan brillante?
Despiadadas cumbres
Cuatro mil años antes de Cristo, con nieve y un viento glacial terrible, unos hombres caminan por un peligroso sendero en una árida y escarpada pendiente montañosa. Han caminado durante días para llegar al valle del Kokcha, donde se encuentran las minas. Suben cientos de metros para llegar a un valioso afloramiento rocoso, 1500 metros por encima del valle, como lo apuntó en su diario el explorador John Wood.
Muy por debajo, el río Kokcha se arremolina, y, por encima de ellos, se elevan las despiadadas cumbres de las montañas, de más de seis mil metros de altura. Los hombres entran en un estrecho pozo minero, a una profundidad de unos cincuenta metros. A la luz de sus antorchas, prueban la roca que les rodea, que a veces es blanca y a veces negra, y demarcada por muchas venas blancas. Bajo un área blancuzco, encienden unos leños. Las llamas lamen ansiosamente la pared rocosa. Con martillos, los mineros desmiembran la roca.
El repentino contraste de temperatura, hace que la pared rugosa se vuelva más quebradiza y sea posible cortar trozos enteros de piedra. Y así es cómo empiezan a aparecer manchas azules. Los pedazos que caen al suelo son procesados hasta lograr desprender el lapislázuli de la matriz rocosa. Son trozos de azul eléctrico.
La Ruta de la Seda
Quizás esa fue la práctica habitual de extracción del lapislázuli en las minas de Sar-i-sang, donde hace más que tres mil años fue extraída el material para la máscara funeraria de Tutankamón. Situémonos en el Hindú Kush, una cordillera montañosa de Asia Central, situada en el inhóspito Badakhshan, hoy, en el actual Afganistán. Las largas cadenas montañosas que corren en paralelo están separadas por profundos valles. En el mapa parecen hacer una curva grande, como una manta arrugada. Es en esta región donde nacieron las más importantes rutas comerciales de la Antigüedad que conectaron las civilizaciones de Asia Central, el Oriente Medio, África, Europa y el Lejano Oriente.
Lapislázuli, cornalina, rubí, ámbar, seda, marfil, camellos, especias, plata, cristalería, incienso, ánforas, esculturas, etc. fueron transportados por la Ruta de la Seda durante siglos.
Concretamente, el lapislázuli en bruto se llevaba a través de las rutas comerciales de Asia Central a los mercados donde podía ser procesado o no. No se conocen las rutas exactas ya que las mismas variaban en función de la estabilidad política de las regiones involucradas pero su destino último eran talleres especializados en transformar aquella piedra en verdaderas obras de arte.
Los artículos de lujo de la Antigüedad
La fuente más antigua de extracción de esta piedra, aunque no hay pruebas fehacientes, son las altas montañas del Hindú Kush. También existen otros emplazamientos de lapislázuli, la mayoría menos antiguas, en el lago Baikal, Pakistán, Irán, Chile, Italia y algunas otras áreas. Las piedras de origen afgano han adornado los hallazgos arqueológicos más importantes del mundo, como la mencionada máscara funeraria del faraón que data del año 1314 a.C. En las tumbas reales de Ur (~2600 a.C.) en Mesopotamia, se desenterraron numerosos tesoros de arte mucho más antiguos que los artículos de lujo egipcios, que contenían lapislázuli, entre los que se encontraban joyas, instrumentos musicales, tableros de juego, sellos cilíndricos, placas, juegos de tablero, amuletos, estatuas, cerámicas, muebles y el famoso Estandarte de Ur.
El Tigris y el Éufrates
¿Pero cómo llegó esta piedra azul a la Mesopotamia? Mientras que la tierra fértil alrededor del Tigris y el Éufrates se regaba y cultivaba con éxito, había una falta de metales y minerales que volvió necesario buscar en otros lugares. Los sumerios habían acumulado suficiente riqueza, y el sistema social permitía tener tiempo libre, para poder sucumbir a los caprichos del lujo. Es decir, podían permitirse importar artículos de lujo de lugares lejanos, lo que es un testimonio del alto desarrollo cultural de Mesopotamia. Varias teorías existen sobre la llegada de esta piedra a la Mesopotamia.
El lapislázuli del Hindú Kush podría haber viajado primero al Valle del Indo, con el que comerciaba Mesopotamia, donde fue cargado en barcos para ser transportado por mar hacia la Mesopotamia. También puede haber habido otras rutas comerciales terrestres a través de las montañas Zagros en el Irán actual. Además, alrededor del año 2000 a.C., los pueblos del Valle del Indo habían establecido una colonia comercial muy al norte de su territorio llamada Shortugai, que estaba cerca de las minas de lapislázuli en Afganistán. Shortugai estaba situado a la vera del río Oxus (hoy Amu Darya) y era un importante centro donde se procesaba y distribuía lapislázuli y otros objetos de valor. No se descarta que Shortugai haya sido fundada específicamente para las minas de lapislázuli. La piedra no sólo era popular como joya o decoración, sino que también se le atribuían poderes místicos. Para los sacerdotes simbolizaba el cielo y se suponía que el lapislázuli te acercaba y te guiaba al más allá.
Sombra de ojos de Cleopatra
El lapislázuli en polvo también se utilizó como pigmento. Cleopatra lo usó como sombra de ojos. La piedra llegó a Europa a través de los griegos y romanos. Los pintores europeos lo utilizaron como pigmento para el color azul ultramar, literalmente "del otro lado del mar", que en su día era fue valioso que el oro. La Joven de la perla de Vermeer no sería lo mismo sin el lapislázuli proveniente de Sar-i-sang.
Manchas doradas y azufre
Pero, ¿qué es el lapislázuli? Es una roca de color azul intenso y de gran belleza, salpicada de manchas doradas. El nombre se deriva del persa lazhward, que significa azul o cielo. El color puede variar entre azul noche, azul índigo (nili), azul celeste, azul claro (assemani) y azul verdoso (sabz), según la nomenclatura persa. El lapislázuli no es realmente un solo mineral, sino que consiste en varios minerales de los cuales la lazurita, un mineral poco común y responsable del color azul, es el más importante.
Pero ... ¿qué es un mineral? Según la definición oficial, un mineral es un compuesto químico formado por procesos naturales y geológicos, cuyos átomos están fijados en una red cristalina. Las manchas doradas del lapislázuli son causadas por la pirita, también llamado 'oro de los tontos', fool's gold, o sulfuro de hierro. No es de extrañar que los sacerdotes de la Antigüedad asociaran estos puntitos dorados dentro un fondo azul, con las estrellas del firmamento. Las piezas blancas y gruesas alrededor de la lazurita son de calcita, por cierto, el componente más importante de la piedra caliza, y esto hace que el lapislázuli sea menos valioso, al menos como mercancía.
Sin querer ser quisquillosos, la lazurita no es ni siquiera un mineral en sí mismo, pero es una variante enriquecida en azufre, de otro mineral con un nombre rarísimo, haüyne. Este último también puede ser azul, pero más bien pálido. Es el azufre que causa el intenso color de la lazurita.
Bacterias en un mar antiguo
Para entender el origen del lapislázuli de Afganistán, necesitamos profundizar en la historia natural de estas tierras. Veremos cómo una formación de piedra caliza, o roca calcárea, que pertenece a las más antiguas del mundo, es la fuente original del lapislázuli afgano. Por eso, vayamos atrás en el tiempo. Volvamos al tiempo del Arcaico, el eón más largo en la historia geológica del planeta, que abarca el período comprendido entre hace 4.000 y 2.500 millones de años. Durante este largo período, surgió en el mar la vida, que entonces era unicelular.
Parte de lo que hoy es Afganistán yacía durante el Arcaico al borde del mar. Allí, en ese mar continental tranquilo, poco profundo y luminoso, vivían colonias de bacterias. Animales y plantas todavía no existían. Esas bacterias hicieron fotosíntesis, 'cosechando' la energía solar para sus funciones vitales. Como producto secundario de este proceso los bacterios producen cal. Así, la cal de esas colonias fue depositada capa tras capa en la orilla del mar. Esto condujo a la formación de piedra caliza.
Del mar a la montaña
Acabamos de aprender que la caliza que formaría el origen del lapislázuli fue entonces depositada en el mar. Pero hoy encontramos el lapislázuli en la alta montaña en Asia Central. ¿Como llego ahí? Por eso tenemos que olvidar el mapa mundial como lo conocemos, e imaginarnos que los continentes del planeta se han movido entre ellos. Eso es el resultado del gran mecanismo de la tectónica de placas. Mucha gente habrá notado que las formas de África y América del Sur encajan entre sí. De hecho, hace tiempo ambos estaban unidas. Cuando dos continentes chocan entre sí, se deforman y se levantan, creando un relieve accidentado y alto, una montaña. Eso es lo que pasó a lo largo del tiempo, con las calizas de Afganistán. Varios continentes pequeñitos, los llamados terrenos, chocaron con el gran continente eurasiático, formando la gran cadena montañosa que se extiende desde los Pirineos, pasando por los Alpes, las mesetas turcas, los Zagros (Irán), los Himalayas y la meseta tibetana hasta el sudeste asiático, quedando Afganistán con sus calizas en el medio de todo esto.
Piezas de rompecabezas
Afganistán consiste en un rompecabezas de varios terrenos, cada uno con su propia historia, que se han ido uniendo desde tiempos lejanos. Los terrenos están separados entre sí por grandes fracturas o líneas de sutura. Debido a que éstas corresponden a zonas fracturadas y débiles de la corteza terrestre que son susceptibles a la erosión, los ríos se han encajado profundamente en ellas. Por lo tanto, no es una coincidencia que los grandes valles fluviales de Asia Central delimiten los antiguos bloques continentales, como se puede ver muy claramente en Afganistán. Sar-i-Sang también se encuentra cerca de una falla de este tipo.
La cocina del magma
Ahora tenemos la piedra caliza, que ya ha recorrido un largo camino desde el mar hasta la alta montaña. Sigamos el rastro a través del tiempo hasta encontrar la lazurita. Usando una metáfora, la formación de la lazurita necesita una determinada receta, preparada en una determinada cocina. Los ingredientes de la receta son ciertas rocas, en este caso una roca carbonatada como la piedra caliza. Pero la piedra caliza necesita ser calentada (en la cocina), y hay que añadirle ciertas especias (líquidos magmáticos con elementos reactivos). El calentamiento es causado por el magma caliente (siendo roca fundida), que entra en contacto con la piedra caliza fría. Sucede cuando la roca se derrite en las profundidades de la tierra y asciende a las regiones más superficiales de la corteza terrestre.
Los fluidos magmáticos saturados y calientes, conocidos como fluidos hidrotermales, se inyectan a través de grietas y fracturas en la piedra caliza. Debido a estos fluidos y al repentino calentamiento, se producen muchas reacciones químicas. Los minerales de la piedra caliza se disuelven, para luego recristalizar como nuevos, diferentes minerales. El proceso de cambios de minerales en las rocas, sea por cambios en temperatura o presión, se conoce en la geología como metamorfismo. Así cristalizó en Afganistán la lazurita, y también muchos otros minerales como pirita, diópsido, sodalita, forsterita, flogopita, granada, dolomita, apatita y afganita. Este conjunto de nuevos minerales forma un nuevo tipo de roca, la roca skarn. A menudo se encuentran en la skarn minerales raros y acumulaciones de piedras preciosas en cantidades económicas.
El largo camino del lapislázuli
Así nació el lapislázuli de Afganistán, el que se extraía desde la Antigüedad. Casi la mitad de la historia del planeta precedió la formación del maravilloso tesoro azul. Primero, la caliza fue depositada por las bacterias del Arcaico. Luego fue transportada hacia la alta montaña en el molino de las placas tectónicas, para finalmente ser inyectado por magma ascendente, transformando la caliza en roca skarn, rica en minerales poco comunes, como la lazurita. Allí, en lo alto del Hindú Kush, el lapislázuli yació durante millones de años, antes de que el hombre la encontrara hace apenas unos siete miles de años.
Mineral de conflicto
El lapislázuli es realmente uno de los grandes tesoros del patrimonio de Afganistán. Este país ha sido azotado por la guerra durante tanto tiempo que pocas personas han considerado ese patrimonio tan rico. Pero este asunto sigue siendo de completa actualidad. Porque el mineral azul de las minas más antiguas del mundo sigue causando miseria. Lapislázuli es un mineral de conflicto. Y ya entramos en otra historia...
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Nuevo artículo sobre lapislázuli:
Lea lo que Global Witness dice sobre el papel de lapislázuli en la guerra de Afganistán.
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Nota de la autora: ¿Quieres ver cómo es el lapislázuli? Ve a un museo, se puede encontrar el lapislázuli en la mayoría de los museos de historia natural en el departamento de mineralogía. British Museum y el Grand Egyptian Museum tienen hermosas colecciones, tambien online. Piensa y haz preguntas antes de comprar lapislázuli y otras piedras preciosas. Pregunta sobre el origen y ten en cuenta que quizás su origen no está libre de conflicto.
Referencias
Wood, John, 1941, A personal narrative of a journey to the source of the river Oxus: by the route of the Indus, Kabul, and Badakhshan, performed under the sanction of the Supreme Government of India, in the years 1836, 1837, and 1838. London: John Murray.
Moorey, P. R. S. 1999, Ancient Mesopotamian Materials and Industries: The Archaeological Evidence. Eisenbrauns.
Schumann, W. 2006, Gemstones of the world. Sterling Publishing Co. Inc. New York.
Haywood, J. 2000, Atlas of World History. Metro Books.
Mindat website. Haüyne. https://www.mindat.org/min-1833.html.
Siehl, A. 2017, Structural setting and evolution of the Afghan orogenic segment - a review. Geological Society, London, Special Publications, 427, 57-88.
Earth Science Australia, Skarn Deposits. https://earthsci.org/mineral/mindep/skarn/skarn.html.
Fotos de minerales: géry60 on Foter.com / CC BY-ND. Fotos de objectos de la Antigüedad, Joven de la Perla (Vermeer) y Tutankamón: dominio publico.
Artículo escrito por Kathelijne Bonne, geóloga y científica del suelo.
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Lapis lazuli: lazurite (azul); pirita (dorado); calcita (blanca), muscovita (color plata). (Parent Gery/CC BY-SA 3.0).